Esta novela tiene una banda sonora: La última rosa del verano, la hermosa melodía de la caja de música de Ramón Acín. Por escribir sus nombres es un homenaje a las palabras en las que se deposita la memoria. Un profesor que trata de recuperar el pulso de su vida en Huesca -una ciudad recién estrenada para él- se aventura a escribir la historia de amor y compromiso de Paco Ponzán y Palmira Plá, una historia de renuncias y ausencias sostenida durante dos guerras y va descubriendo las vidas de Ramón Acín, de Concha Monrás, de Evaristo Viñuales...